María Cano de Madrid Diario detalla en El Intercambiador un conflicto que se avecina en la capital, el de un sector que está en contra de Madrid Central. Se trata de los transportistas autónomos. Preparan próximas protestas que decidirán el 23 de marzo. Llevan desde 2017 quejándose por Madrid Central y no les hacen caso. Y amagan ya con utilizar una vía parecida al taxi: un cordón alrededor de Madrid Central para bloquear la entrada y la salida. El 80 por ciento no tienen dinero para renovar la flota, muchos no tienen etiqueta o la tienen amarilla. Y el Ayuntamiento de Madrid dice que o dejen las furgonetas en el parking, o pidan invitaciones a los establecimientos, o que renueven.
Ferrán Boiza de El Mundo comenta el nuevo convenio de la Policía Municipal, que ha eliminado el plus de productividad durante la baja paternal, maternal o la lactancia. Aunque en los primeros borradores del convenio aparecía, en el texto definitivo ha desaparecido. El Ayuntamiento asegura que es una instrucción de la intervención municipal y los policías no entienden que este Ayuntamiento que dice ser tan ‘feminista’, penalice convertirse en padres.
Cano habla de las obras de remodelación de la plaza Pedro Zerolo, paralizadas por los vecinos. Ellos son cautos y siguen con la mosca detrás de la oreja. El problema es que pretenden convertir la plaza en un auditorio o anfiteatro. Y ellos prefieren que haya más bancos, más columpios, más limpieza y que se quite el quiosco de hostelería. Porque lo que quieren hacer vida en esa plaza.
Por último, Boiza se refiere a la guerra de la contaminación a cuenta del cielo azul de Madrid. El Defensor del Pueblo abre una actuación de oficio sobre la mala calidad del aire. Parece que el conflicto se agudiza. Se acusa de inacción al Ejecutivo autonómico ante la grave situación, pero se olvida de los 9 años consecutivos que la capital lleva incumpliendo la normativa europea. Hay que tomar medidas sobre polución, concluye Boiza, pero sin confrontación política.
