Un informe encargado por el Ministerio de Consumo analiza la letra pequeña de los contratos de alquiler, clausulas y prácticas que prueban los abusos de propietarios a inquilinos y que, a día de hoy, se siguen practicando.
En total, se identifican 20 de los más recurrente, entre ellos, el sobre coste que se que asume el arrendado, como las reparaciones de instalaciones y de electrodomésticos que estaban en la vivienda y que deberían correr a cuenta del arrendador, pero, además, incluir el IBI o el seguro de impago al inquilino en las cuotas del alquiler.
Además, se intentan colar subidas en el alquiler acorde al IPC, no del año en curso, sino de años anteriores, con carácter retroactivo, así como retener fianzas por no pintar las paredes al dejar el piso.
Se suma a la lista de no permitidos y habituales que el casero entre en la vivienda de vez en cuando para comprobar su estado, y tampoco se puede zanjar el contrato de de tiempo sin avisar, ni cobrar el doble o el triple de lo fijado pro cada día de retraso en abandonar el inmueble.