El exprofesor pide perdón en el juicio del caso Maristas

  • Dice estar profundamente arrepentido y reitera que los Maristas conocían los abusos, algo que niega la Fundación Champagnat, propietaria del Centro

El exprofesor de gimnasia de los Maristas Joaquín Benítez ha pedido perdón al final del juicio del caso Maristas por cuatro casos de abusos sexuales afirmando: "Estoy profundamente arrepentido". En su turno de última palabra este miércoles, ha insistido en que pide perdón porque está arrepentido "aunque no lo parezca" y ha asegurado que ha hecho un cambio de 180 grados en su persona.

También ha ratificado que Maristas conoció uno de sus primeros casos de abusos sexuales en 1986. "Mantengo y reitero que es tan cierto que los maristas supieron realmente este caso y hay datos y pruebas de dos personas que contribuyeron a este caso", ha subrayado sobre los hechos que desveló ayer en su declaración, en la que apuntó que la escuela le ayudó a encubrir un caso de abuso en 1986.

Benítez ha afirmado este miércoles que "pagará" por sus delitos y que ha deseado en muchas ocasiones "estar dentro de la prisión". "Pido perdón porque de verdad estoy arrepentido, aunque no os lo parezca o aunque no haya mostrado ninguna situación de arrepentimiento publico", ha indicado después de que, durante la vista oral, tanto el fiscal como las acusaciones hayan destacado la falta de expresión de culpa o remordimiento por parte del acusado.La Fundación Champagnat, propietaria del centro y a quien la Fiscalía considera responsable civil subsidiaria de los hechos, también ha pedido disculpas a las víctimas y ha reclamado que durante el juicio se diera por cierta la versión de Benítez, "dado su perfil psicológico" y sin "ninguna prueba de ello". "Seguimos esperando que se haga Justicia", pero "hacemos hincapié en que una cosa es la verdad procesal y otra la leyenda que está ahí fuera inoculada para intoxicar al tribunal", ha sostenido el letrado de la fundación sobre la incriminación a los maristas.

La Fiscalía ha acusado este miércoles a la Fundación Champagnat, propietaria de las escuelas de Hermanos Maristas, de no estar al lado de las víctimas de abusos sexuales perpetrados por el exprofesor Joaquín Benítez, sino preocupada por "regatear hasta el último céntimo" la indemnización solicitada.

Considera a la Fundación Champagnat como responsable civil subsidiaria de los delitos cometidos por Benítez a cuatro estudiantes menores, por lo que la fiscalía solicita una indemnización que ha elevado hasta los 90.000 euros. También mantiene la petición de una pena de 22 años de cárcel y 14 de inhabilitación al considerar "plenamente probado" que Benítez abusó sexualmente de los cuatro menores, que presentan "gravísimas secuelas" a causa de esos hechos y que puede reincidir en ellos.

Los abogados que ejercen la acusación han coincidido en señalar al colegio como "conocedor" de los hechos. "Los maristas eran conocedores de los abusos sexuales que se producían en el colegio. Si no, ¿cómo se explica que Benítez fuera el único que tuviera un despacho y tuviera las llaves?", ha señalado una de las abogadas de las víctimas, quien ha insistido en que el exprofesor no fue despedido inmediatamente tras la primera denuncia.

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