La tortilla de alcachofas de Rosa Valenty no emociona a los concursantes: "Está un poco tiesa"
- La actriz catalana ha puesto ganas y tiempo a su elaboración, pero parece que no ha convencido a sus contrincantes
- Tupper Club: De la huerta al plato
Rosa Valenty es una de las invitadas a Tupper Club. El cocinero Paco Roncero le ha convocado a unirse a este prestigioso grupo y competir por llevarse el oro. ¿Lo conseguirá? Para lograrlo tendrá que superar a sus adversarios: Antonio Rossi y su ensalada de salmón y Lara Dibildos y su pollo relleno con ciruelas.
El tema de este programa es 'De la huerta al plato', creaciones culinarias que buscan potenciar los sabores de productos cultivados en la tierra… Es por eso que Rosa Valenty se ha decantado por un plato que, asegura, siempre le funciona: una tortilla de alcachofas.
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Y es que si la sencillez te hace grande, la elaboración de la actriz parecía seguir ese camino. Con pocos y fáciles ingredientes ha hecho su plato en un ambiente de alegría. Rosa cantaba al mismo tiempo que batía los huevos, freía las alcachofas y hacía su tortilla.
La actriz ha asegurado que tras una obra de teatro llevó esta tortilla para compartirla con sus compañeros de trabajo y triunfó. Sin embargo, tras su elaboración en Tupper Club, ha reconocido que es mejor acompañarla "con jamón, queso o una copita de vino".
Sin embargo, Antonio y Lara han sido bastante críticos con la tortilla de alcachofas de Rosa durante la cata. Al principio ha dejado a sus contrincante desconcertados. "Eso parece carne, es como un hojaldre o una empanada mal hecha", decían.
Al probarlo, no les ha emocionado demasiado. "Está un poco tiesa. En posición de tomar el sol. Lo de ponerle amor a los platos hace mucho y aquí no hay mucho. Es una tortilla aburrida", bromeaba Lara mientras intentaba sacar algo positivo del plato.
Tupper Club: De la huerta al plato
"Esto no me sabe a nada. Huele a alcachofas, pero alcachofas con muy mala pinta", aseguraba Antonio. El único buen calificativo que le ponía era que le había puesto "horas y cariño y que lo importante es la voluntad". "No quiero ser malo porque seguro que es buena gente, pero si me tiene que invitar a comer que sea en un restaurante", concluía su crítica.
