Los vecinos y todos aquellos que hacen uso de la plaza del doctor Barraquer, en el distrito madrileño de Fuencarral-El Pardo, denuncian el lamentable estado de limpieza y conservación que presenta este entorno. Las botellas y latas de bebidas alcohólicas colapsan las papeleras y "decoran" los alrededores de bancos y alcorques, con el consiguiente peligro de que se produzcan accidentes con niños y mascotas por la rotura de vidrios.
Los que por allí pasan cuentan que esta situación no es nueva, que se viene produciendo desde hace tiempo y apuntan a los causantes del deterioro de la limpieza de la plaza. Jóvenes y personas sin hogar que pasan las mañanas tomando alcohol. Alguno, incluso, hace sus necesidades en los setos de la zona.
Pero no es lo único que preocupa. También el estado de las aceras, sobre todo cerca de los alcorques de los árboles, donde las raíces han levantado el pavimento y, dicen, produce alguna que otra caída a mayores y pequeños.
Bien es cierto que algún vecino apunta que aquí habría que elegir entre mantener una acera en buen estado y talar algunos árboles o hacer algún "apaño" para mantener los ejemplares arbóreos en pie.
Y con las temperaturas tan agradables de los últimos días ha aparecido una amenaza, que ya ha mantuvo en vilo el año pasado a los dueños de mascotas y a los padres de niños: La oruga procesionaria.
Pese a las múltiples trampas y tratamientos que ha llevado a cabo el consistorio, algunos transeúntes dicen haber visto en días calurosos al temido insecto, que tiene unas toxinas muy molestas para los humanos, pero que pueden resultar mortales para nuestros animales de compañía si tienen contacto con ellas en hocico y lengua.