La Real Sociedad Canina de España recuerda que el calor extremo afecta tanto a las personas como a los perros.
Aproximadamente el 14% de los golpes de calor en animales son considerados graves. Esto puede provocar que las mascotas tengan dificultades respiratorias, vómitos persistentes, debilidad e incluso pérdida del conocimiento.
En estas situaciones es fundamental que los dueños actúen con rapidez, por lo que reconocer los primeros síntomas puede marcar la diferencia en su recuperación.
Además, no todas las razas toleran el calor de la misma forma. Las braquicéfalas, como bulldogs, carlinos, bóxers o staffordshire, son especialmente vulnerables debido a su anatomía, lo que les dificulta la correcta ventilación.
Por el contrario, los perros con menos pelaje o morfologías más ligeras, como galgos, podencos o dálmatas, soportan mejor estas temperaturas.
Conocer la raza de tu animal, morfología además de cuidados básicos puede mejorar la vida de tu animal durante la temporada estival.
Evitar paseos en horas centrales, proporcionar agua fresca, garantizar sombra y ventilación, no dejar al perro en el interior del vehículo y observar las señales de fatigas u otros síntomas.