La okupación ilegal se sigue cebando con los mayores. María lleva once meses esperando que los inquilinos que le alquilaron su piso en Usera abandonen la vivienda tras once meses incumpliendo en contrato de alquiler y sin abonarle las mensualidades.
Está dispuesta a perdonarles la deuda si entregan las llaves. Ha tenido que recurrir a una empresa de desokupación, y ya son dos veces con ésta.