Aunque no siempre se aprecie, existe una relación directa entre las olas de calor y la salud emocional. El calor no sólo nos deja más cansados y con menos energía, sus consecuencias pueden ir mucho más allá afectando a nuestra salud mental.
Existe una relación directa entra las olas de calor y la salud emocional. Irritabilidad, fatiga, depresión o actitudes violentas son signos de los cambios bruscos de temperatura. De hecho, las hospitalizaciones por trastorno mental aumentan tras cada ola de calor en un 10%.
Esta respuesta del organismo tiene una explicación médica y, es que, el calor excesivo lleva a nuestro nuestro cuerpo al límite del estrés al trabajar por regular la temperatura corporal y esto lo sufren directamente los receptores del ánimo.
Además, en época estival es complicado a veces conciliar el sueño, lo que influye directamente en tasas de violencia y agresividad.
Es importante que mantengamos la temperatura de nuestro cuerpo lo más estable posible bebiendo mucha agua, descansando y evitando salir a la calle en las horas centrales del día donde el calor puede pasarnos factura.