Las peticiones de ayuda para comer se triplican y desbordan las previsiones de quienes les ayudan habitualmente.
La crisis del covid-19 se ceba con los más vulnerables. Por ello, se redoblan esfuerzos ante el aumento de la demanda de ayudas y el nuevo perfil de necesitado.
En la parroquia de San Ramón del puente de Vallecas han pasado de 200 a 900 comidas para repartir o 450 carritos de alimentos de los 200 que hacían antes de la crisis.
Ayudan para quienes pierden su empleo
Han requerido el esfuerzo de Cáritas porque los demandantes de esta crisis social se han triplicado. Cáritas Diocesana prepara desayuno, comida, merienda y cena y cestas de comida.
“Muchas personas sobrevivían con empleos precarios y ahora han perdido sus trabajos y demandan ayuda” asegura una de las responsables de este reparto de alimentos.
