La crisis diplomática entre los gobiernos de España e Israel ha escalado este lunes, con la intervención de sus responsables. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez hablaba de “genocidio” y asegura que lo que hace Israel “no es defenderse sino extender el genocidio”.
Anuncia nueve medidas, entre ellas, el embargo de armas por ley y la prohibición del paso de aviones y barcos con armamento, aunque esto no podrá evitar que Estados Unidos siga usando las bases de Rota y Morón para enviar munición a Israel.
La respuesta del Gobierno de Benjamin Netanyahu no tardaba en llegar. Acusa al Gobierno de Sánchez de “antisemita” y “corrupto” y prohíbe la entrada al país a las ministras del gobierno español Yolanda Díaz y Sira Rego.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares llama a consultas a la embajadora española en Tel Aviv ante, lo que considera, las "calumnias" de Israel.
Todo ello en un en un intento por contentar a sus socios, que llevan semanas pidiéndole que sea más contundente.
Todo en una jornada, en la que se ha producido un atentado en Jerusalén con seis fallecidos, uno de ellos un español, originario de Melilla. Dos asaltantes palestinos han abierto fuego indiscriminadamente y finalmente han sido abatidos. El grupo terrorista Hamás les ha calificado como "luchadores de la resistencia".
Feijóo deja clara la postura del PP, mientras para Vox, todo es una maniobra de distracción.