La sesión de control al Gobierno celebrada este miércoles en el Pleno de Congreso ha derivado en un cruce de reproches entre el PSOE y el PP, quejándose ambos de recibir insultos en el hemiciclo.
Se estrenaba la portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz, que criticaba la declaración de la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante el juez Juan Carlos Peinado para explicar las funciones de su asesora en Moncloa y ha dicho que es "el colmo" que admita que ha cometido un delito "pocas veces".
La portavoz ha señalado la coincidencia de que a la misma hora que Sánchez estaba sometiéndose al control del poder legislativo en el Congreso, Begoña Gómez, su esposa, estaba sometiéndose al control del poder judicial, algo "histórico en la democracia" que "no ha pasado nunca".
Desde el Gobierno, le respondía la vicepresidenta María Jesús Montero y sostenía que "si hablamos de parejas imputadas o que declaran en los tribunales ¿qué diría usted de la señora Ayuso?".
Albares ponía el foco en Israel y su corazón en Gaza, mientras Félix Bolaños aludía a la "fosas" para señalar que lo de Tellado "no fue un calentón, lo llevaba escrito".
"Han cantado Franco, el comodín" le respondía el popular que no se desviaba de su objetivo. Reprochar al gobierno comportamientos corruptos.
Cuca Gamarra reprochaba "convertir al fiscal en el abogado de los Sánchez" y Cayetana Álvarez de Toledo se preguntaba: "Por cierto, ¿quién va a pagar la fianza?".
Bolaños la acusaba de quedar "como lo que es, una difamadora y una embustera".
Y de protestas a la presidenta Francine Armengol por no llamar la atención a Bolaños, como a Santiago Abascal, cuando se refería a Pedro Sánchez como "un corrupto, un traidor y un indecente".