Paramount ha sorprendido al sector audiovisual con una oferta pública de adquisición hostil por Warner Bros Discovery que supera ampliamente la propuesta de Netflix.
La empresa, con una oferta de 108.400 millones de dólares, pretende adquirir no solo los estudios de cine y la plataforma HBO, sino también todos los canales de televisión y negocios lineales del conglomerado, transformando la operación en un pulso con implicaciones más allá del entretenimiento.
La operación cuenta con el respaldo de fondos soberanos de países del Golfo, cuya participación añade una dimensión geopolítica al movimiento.
Expertos señalan que la presencia de inversores internacionales en el control de grandes conglomerados de medios plantea debates sobre la influencia que puede ejercerse sobre contenidos, narrativas y audiencias a escala global.
A nivel financiero, la oferta de Paramount también implica asumir la deuda multimillonaria de Warner Bros Discovery y enfrentar el desafío de integrar en una sola estructura estudios, canales y plataformas digitales, lo que convierte la operación en una de las más complejas y arriesgadas de la historia reciente del sector.
Los reguladores estadounidenses y de otros mercados seguirán de cerca la operación ante posibles riesgos de concentración y afectación de la competencia.