Un mapa del tesoro perdido, un grupo de niños que no se rendía y un vecindario a punto de desaparecer. Esos fueron los ingredientes que utilizó Steven Spielberg para dar forma a la historia de Los Goonies, una película que marcó a toda una generación en los años 80.
Aunque muchos la asocian directamente con Spielberg, el filme fue dirigido por Richard Donner - Superman, La profecía o Maverick - y se convirtió en un clásico del cine de aventuras juvenil. En su reparto brillaron jóvenes promesas que después se harían un hueco en Hollywood, como Ke Huy Quan -ganador del Óscar en 2023 por Todo a la vez en todas partes -, Sean Astin, Josh Brolin o Jeff Cohen.
Casi cuatro décadas después de su estreno, el espíritu de los Goonies sigue más vivo que nunca. Tanto, que la emblemática casa donde transcurre buena parte de la película puede visitarse hoy en día. El empresario y fan declarado Behman Zakeri la compró hace dos años y la ha abierto al público, permitiendo visitas a cambio de una donación voluntaria.
Una oportunidad única para revivir la magia de Astoria (Oregón) y sentirse —aunque sea por un rato— parte de ese grupo de valientes que no creían en imposibles. Porque como bien decían ellos: "¡Los Goonies nunca dicen muerto!"