El exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán ha negado este miércoles en el Senado tener ninguna vinculación con los delitos por los que es investigado en el caso Koldo y ha denunciado una persecución en su contra con "conjeturas parciales convertidas en sentencia", como "en la Inquisición".
En su segunda comparecencia en la comisión parlamentaria del caso Koldo, casi veinte meses tras la primera y un mes después de salir de prisión preventiva, ha dicho que no iba a declarar sobre "hechos concretos" de la instrucción judicial, pero sí sobre "el contexto político".
No obstante, el que fuera secretario de Organización del PSOE hasta junio, acusado en el Tribunal Supremo por "sólidos" indicios de delitos de organización criminal, cohecho y tráfico de influencias, ha respondido luego a algunas preguntas relacionadas con la causa, como lo referido a Servinabar o a otro investigado, Víctor de Aldama.
El exdiputado ha defendido constantemente su "inocencia" y ha asegurado que "nadie está buscando la verdad", ni en el Senado ni el Congreso ni en los medios de comunicación. En ese sentido, ha señalado que las acusaciones son "conjeturas parciales convertidas en sentencia" para ser "dilapidado en la plaza pública", una persecución "propia de la Inquisición".
Cerdán ha cuestionado la veracidad de los audios de Koldo García que motivaron su imputación y ha subrayado que "los peritos de la Guardia Civil dijeron al juez instructor que no pueden avalar la autenticidad", en referencia a que dos agentes admitieron que en un plano teórico existiría la posibilidad de introducir modificaciones en los audios con inteligencia artificial, aunque ellos en su análisis no vieron trazas de manipulación.
Además, ha negado que durante su etapa en Ferraz hubiera financiación ilegal en el partido, ni en la candidatura a las primarias de Pedro Sánchez para ser elegido por segunda vez secretario general, en los que, ha asegurado, no intercedió.
También ha defendido que su mujer, Francisca Muñoz, "no tiene nada que ver" con el caso.
"No tengo ninguna empresa", ha subrayado el compareciente en varios momentos de la sesión, y ha negado una relación contractual con Antxon Alonso. Ha asegurado él no era socio de la empresa Servinabar, así como no tuvo relación nunca con la exmilitante socialista Leire Díez.
"Si hubiera tenido algo, hubiera aparecido, seguro", ha dicho el exdiputado, quien ha insistido en que "nunca" ha estado con Aldama, quien salió de prisión provisional mediante "una declaración falsa".
Además, ha negado haber participado en la adjudicación de concesiones públicas, como los túneles de Belate.
También ha apuntado a una supuesta reunión entre altos cargos de Vox y la Guardia Civil, en abril de 2021 en el cigarral toledano de Javier Ortega Smith, tras la que "empezó todo" en su contra.
"A raíz de entonces se iniciaron todas las causas", le ha dicho al senador de Junts Eduard Pujol, quien le ha preguntado si tiene alguna "intuición" sobre esa relación de hechos, a lo que ha respondido que intuiciones "muchas", pero no "pruebas". "Me permitirá que cuando estemos ante el juez, podamos verlas", ha añadido Cerdán.
Gerardo Camps, del PP, le ha acusado de callar para "proteger" a quienes ya no le defienden y le han "dejado caer", tras incidir en que ha llegado solo hoy, cuando el año pasado le arroparon muchos dirigentes socialistas.
"Todo el mundo me ha dado la espalda, pero para defender mi inocencia no me hace falta nadie", ha replicado Cerdán.
"Usted no se corrompió por el camino, venía corrompido de casa", le ha espetado Camps, y le ha afeado que "le delata" elegir las respuestas que le exoneran y evitar las perjudiciales, antes de recordar que otros investigados, según consta en el sumario, cuando había asuntos que resolver, se decían entre sí 'habla con Santos'.
A esa acusación de dirigir la presunta trama, se ha limitado a responder que "hace valoraciones sin ningún sentido" o que "hace afirmaciones muy graves", y le ha pedido que no grite tanto, pues oye perfectamente.
Por el PSOE, Alfonso Gil en vez de interrogar ha hecho reflexiones, como llamar "circo" a la comisión en manos del PP y lamentar que Cerdán esté siendo utilizado "como un cuchillo en mantequilla sobre los valores y principios" del PSOE e "instrumento" contra este partido.
Gil ha recalcado el derecho a la legítima defensa y la presunción de inocencia de Cerdán, por lo que el "reproche penal" corresponde a la justicia, pero cabe "un reproche ético" ante "todo lo que se ha conocido".Entonces, Cerdán ha pedido a sus excompañeros que "abran los ojos" y le ha replicado a Gil si está "en condiciones" de hacerle ese "reproche".