El aceite que usamos para cocinar, después de su cocción, puede ser altamente contaminante. Por eso es conveniente depositar nuestros residuos en el Punto Limpio o en contenedores adecuados. A eso se dedica la empresa Ravusa, que recoge el aceite de manera gratuita en comunidades de vecinos, depósitos a pie de calle y restaurantes. Durante el proceso de reciclado se eliminan impurezas y los desechos se tratan y se transforman, en un proceso que tarda un par de días en completarse. Tras el centrifugado, secado y filtrado, el aceite queda limpio y seco para llevar a las plantas de procesado de combustible ecológico.