La situación estratégica de Madrid hace que sea el centro de todas las miradas. Por cualquier medio, los madrileños siempre hemos estado en conexión con todo lo que nos rodea y, para ello, contamos con lugares de paso en los que hemos visto también pasar parte de nuestra vida. Madrid desde el aire nos propone un recorrido por espacios que nos comunican y que, de igual modo, comunican el deseo de unidad que nos mueve. Un repaso por ‘Conexión Madrid’.
La principal vía que une Madrid con el mundo es la aérea. La capital cuenta con un importante aeropuerto de referencia internacional, el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Este es el primer aeropuerto español por tráfico de pasajeros, carga aérea y número de operaciones, el quinto a nivel europeo y el decimoquinto a nivel mundial.
Cuatro pistas paralelas dos a dos, cuatro terminales para la aviación comercial y de una terminal “ejecutiva” para aquellos con avión privado. Barajas es el aeropuerto con mayor superficie de terminales, con casi un millón de metros cuadrados. En un año normal, más de mil vuelos despegan o aterrizan cada día y por él circulan más de sesenta millones de personas.
A su alrededor encontramos otras pistas de aterrizaje y despegue históricas, así como nuevas instalaciones desde las que alcanzar el cielo y conectarnos con el mundo. De entre ellas destaca el aeropuerto de Cuatro Vientos, el más longevo de todos los que se encuentran en activo a nivel nacional. Fundado en 1911 como base militar para albergar una escuela de pilotos.
También vinculada al ámbito militar, Torrejón de Ardoz contó con una base aérea ocupada por tropas estadounidenses hasta 1992. Es precisamente en esta localidad donde se elaboraron, a finales de los cincuenta, las primeras hamburguesas de España y llegaron los primeros discos de Elvis.
El aeródromo de Casarrubios tiene una de las pistas más curiosas del mundo: la línea divisoria que separa Toledo de Madrid cruza la pista: por lo que las avionetas que pasan por aquí aterrizan en Castilla-La Mancha y despegan en Madrid. Un aeropuerto, dos administraciones.
Madrid siempre ha estado en conexión con todas las provincias españolas y lo ha hecho de manera especial gracias al tren y a los autobuses. Para ellos se han construido grandes estaciones, lugares con un encanto peculiar situados a lo largo de la capital. Un claro ejemplo es la estación de Puerta de Atocha, la estación de tren más importante de España y una de las primeras de Europa. Desde aquí salía la primera línea española de pasajeros, que llegaba a Aranjuez, lugar de recreo de la raleza de la época.
Para atender el tráfico ferroviario que provenía del norte y del oeste de España, además de Francia y Portugal, se construyó la estación de Chamartín, que en la actualidad se ha incluido en su denominación el nombre de Clara Campoamor, en honor de esta madrileña que promovió el sufragio femenino.
Con el tiempo surgieron nuevas formas de conexión, en particular para el transporte de viajeros. Madrid cuenta con varias estaciones dedicadas a los autobuses de larga distancia, como el intercambiador de Avenida de América, uno de los más populares. Otro ejemplo es la estación de Méndez Álvaro, conocida popularmente como estación Sur, que se ha convertido desde su apertura en la estación de autobuses más transitada de España.
En la estación de metro de Chamberí encontramos un tesoro enterrado: la exposición histórica que recoge lo que han sido los primeros cien años del metro madrileño. En algunos de los coches descubrimos asombrosos carteles, como el de “No se debe escupir”. ¿Cómo ha evolucionado este medio de transporte y comunicación? Un viaje al pasado lleno de recuerdos.
