Andrea Petruzzeli, extrabajador sexual de la conocida sauna Adán, ha revelado en una entrevista su experiencia durante los años en los que trabajó en uno de los locales vinculados a la familia del suegro del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “Trabajé allí en el año 2000. Se cobraba a los clientes unas 5.000 pesetas, que al cambio eran unos 30 euros”, ha contado Petruzzeli, aportando nuevos detalles sobre el funcionamiento del negocio de los prostíbulos en los que, según diversos medios, trabajó también Begoña Gómez, actual esposa del presidente.
Estas declaraciones llegan en un momento de creciente presión política, después de que el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, acusara a Pedro Sánchez de haberse beneficiado “a título lucrativo” del dinero procedente de los clubes de alterne regentados por su entorno familiar. El escándalo ha reavivado el debate sobre la coherencia del discurso feminista del presidente, que defiende públicamente la abolición de la prostitución mientras, según la oposición, ha disfrutado durante años de viviendas sufragadas por este tipo de negocios.