Añadir una pizca de sal en las elaboraciones dulces realzará el sabor dulce sin añadir azúcar.
Cogemos un "brownie" como ejemplo. La sal es un potenciador natural del sabor y tenemos varios ejemplos en la gastronomía en la que añadir sal al dulce mejora el resultado.
Por ejemplo el bombón tofe, el caramelo salado y el propio brownie, delicioso y apetecible a todas horas.