Pedro Sánchez llegó el pasado miércoles al Congreso de los Diputados con la intención de desmarcarse de la trama corrupción que afecta a sus dos hombres de confianza durante años, Santos Cerdán y José Luis Ábalos, admitiendo que se equivocó al elegirles, pero que son dos casos aislados y que en ningún caso están relacionados con una financiación ilegal del Partido Socialista.
Por otro lado, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, insistió en recalcar todos los asuntos relacionados con el entorno personal del presidente del Gobierno que tienen causas abiertas en los tribunales.
¿Ha funcionado la estrategia de Sánchez para convencer a sus socios de seguir apoyando al Gobierno?
“El objetivo de los socios desde el inicio de la legislatura es que Sánchez siga siendo presidente a cualquier precio, por lo que le hubiera funcionado cualquier cosa, lo que hay que ver es si le funciona electoralmente”, ha contado el politólogo y director de Asuntos Públicos de Atrevia, Manuel Mostaza.
El experto, además, cree que esa estrategia de "echar balones fuera" le viene bien para "ganar tiempo" pero recalca que esta idea ya la hemos visto en el pasado y "no funciona".