Reino Unido contempla un corte de las interconexiones de gas entre el país británico y el Viejo Continente en el marco del plan de emergencia diseñado para abordar un agravamiento de la crisis energética, según revela el periódico 'Financial Times'.
De este modo, el plan británico de cerrar las tuberías de tránsito que conectan con Países Bajos y Bélgica se sumaría al riesgo de cortes de las exportaciones de gas desde Rusia hacia los países europeos, lo que podría socavar la cooperación internacional en materia energética.
Según apunta el rotativo de referencia en la City, el corte de los llamados gasoductos de interconexión sería una de las primeras medidas del plan de emergencia del gas del Reino Unido, que podría ser activado por National Grid si en los próximos meses existieran problemas con los suministros.
Este plan, que será puesto a prueba en septiembre, contempla cuatro fases en caso de una grave escasez de suministros que provocara la pérdida de presión en el sistema de gas, incluyendo el corte de las interconexiones, así como otras medidas de emergencia tales como interrumpir el suministro a grandes usuarios industriales y reclamar a los hogares que reduzcan el consumo.
Las compañías europeas de gas han pedido al Reino Unido que colabore con la UE y han advertido de que cerrar los interconectores podría ser contraproducente si se produce una escasez prolongada, ya que el país británico importa grandes volúmenes de gas desde Europa continental durante el invierno.
"Definitivamente recomendaría que (Reino Unido) reconsidere detener la interconexión (en caso de crisis)", dijo Bart Jan Hoevers, presidente de la Red Europea de Operadores de Sistemas de Transmisión de Gas. "Si bien es beneficioso para el continente en el verano, también lo es para el Reino Unido en invierno".
Reino Unido cuenta con una pequeña capacidad de almacenamiento de gas, por lo que el exceso de suministro se envía al continente cuando la demanda es baja durante los meses de verano, mientras que en inviernos especialmente fríos el país ha llegado a cubrir hasta una cuarta parte de las necesidades de gas mediante el suministro recibido desde Europa a través de las interconexiones, según los analistas consultados por el diario.
Alemania y Países Bajos activaron este mes sus propios planes de emergencia, reiniciando plantas de carbón e instando a la industria a reducir el uso de gas, después de que Rusia redujera las exportaciones de gas.