Melchor Miralles: "En la vida hay que motivarse constantemente"

  • El periodista nos abre la puerta de su casa, repleta de objetos llenos de anécdotas
Foto: REDACCIÓN |Vídeo: Telemadrid

El periodista Melchor Miralles tiene como casa un inmenso museo lleno de historias e infinidad de objetos que le recuerdan quién es y de dónde viene. También mensajes con frases motivadoras, necesarias siempre, dice, y más aún en momentos difíciles. Y Melchor los ha vivido. De todo tipo.

Una casa muy personal

Melchor Miralles lleva en esta casa un año y medio y parece como si llevara toda la vida. Tal vez porque la ha hecho suya en seguida. El salón, la estancia más amplia, está repleta de objetos. "Soy muy de guardar paridas de todo tipo y después cosas que son más serias".

Por ejemplo, en la pared podemos ver enmarcado un folio junto a una foto con el expresidente de Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero: "Yo hice la última entrevista a Zapatero en Moncloa, y ese día él tenía un folio en blanco. Me lo llevé de recuerdo, y el poeta Antonio Herrera luego añadió esta frase 'Toda buena entrevista es un robo y este papel, casi también'".

La casa de Melchor Miralles tiene 150 metros cuadrados distribuidos en cuatro habitaciones

También llama mucho la atención una vitrina repleta de indios norteamericanos. "Es que los indios me han acompañado toda mi vida, me gustan desde pequeño. Incluso tengo uno tatuado en el brazo. Y también me gusta hacer el indio...".

Y por supuesto, en su salón hay cine, mucho cine. Sobre uno de los pilares de la pared, se exponen carteles y claquetas de todas las películas que ha producido. Entre ellas, 'El lobo', con la que consiguió dos premios Goya. Uno de ellos, por cierto, lo tiene como trofeo en una estantería, cerca de dos balas. Son las balas que recibió como amenaza hace años: una de ellas, de ETA. La otra, anónima "pero seguramente también de ETA". Y es que la banda terrorista intentó asesinarlo en dos ocasiones, y durante muchos años, Melchor Miralles tuvo que ir a todas partes acompañado por un escolta.

"Una vez me dijeron una frase muy real, y es que 'si te toca, ni aunque te quites, y si no te toca, ni aunque te pongas'. Y no me ha tocado, pero lo he rozado".

"Me dijeron sobre ETA esta frase: 'Si te toca, ni aunque te quites, y si no te toca, ni aunque te pongas'. Y no me ha tocado, pero lo he rozado..."

De vocación periodista

Pero a pesar de cosechar éxitos en el cine, Melchor asegura que tiene muy clara su profesión: "Me siento más cómodo como periodista, soy periodista vocacional. De hecho, casi todas las películas que he producido están relacionadas con el periodismo".

El periodismo también le llevó desde joven a adorar a 'Tintín' "el periodista más famoso de la Historia que jamás escribió una crónica". Tiene toda su colección y personajes del cómic por toda la casa.

Una casa, que por cierto, está 'plagada' de frases motivadoras. Las hay en las puertas, en las paredes y hasta en el espejo del cuarto de baño. "Son carteles que me gustan y me inspiran". Frases como estas: 'No existe el momento perfecto. Busca tu momento y haz que sea perfecto' o 'La vida es amor, pasión, riesgo, atrevimiento. La vida es ahora, es única y es tuya'.

"Es que hay que motivarse constantemente", nos dice mientras abre la puerta de su dormitorio, un lugar donde dice, pasa muchas horas. "Soy muy dormilón, porque además el médico me dijo que tenía que dormir, aunque duermo menos de lo que me gustaría".

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El cabecero de la cama está presidido por una fotografía suya en blanco y negro, de fotógrafo Mario Díaz. "Es una fotografía que me encanta". Y al lado de la cama, de nuevo los indios: una pintura que sus hijos le regalaron cuando luchaba contra un cáncer. Junto a un indio, la frase 'No te tolero que te rindas'. Y no, Melchor no es de los que se rinden, eso está claro.

Y por último, Melchor nos enseña el despacho, en donde guarda dos cosas curiosas: la factura con el importe de lo que costó al nacer a sus padres (1.832 pesetas) y una pluma que perteneció a Pedro Muñoz Seca, y la mesa donde el dramaturgo escribió 'La venganza de Don Mendo'.

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