Las células del Tren de Aragua desarticuladas el pasado viernes en España se preparaban para la guerra con otras bandas. La organización venezolana tenía células autónomas que dirigían treintañeros y llevaba al menos dos años introduciendo miembros poco a poco para formar esos grupos.
Fuentes de la CGI explican que El Cañaveral era uno de los centros de mando de la célula del Tren de Aragua desarticulada, donde ha sido desmantelado un laboratorio para la fabricación de tusi, una droga sintética que mezcla cocaína, MDMA, ketamina y otras sustancias. La célula también operaba desde la zona del Raval y Arc de Triomf, en Barcelona, donde también se ha desmantelado otro laboratorio.
Los laboratorios estaban instalados en pisos porque no requieren de mucha infraestructura: "Hay que abandonar el concepto de un complejo laboratorio de cocaína porque el tussi es muy fácil de fabricar. Es cuestión de mezclar, cocinar, calentar, dejar enfriar y echarle un poco de colorante. Prácticamente se puede hacer con una simple sartén y un molinillo de café". Prueba de ello es que los narcos guardaban el material para la fabricación de las drogas sintéticas en simples bolsas del Mercadona y del Alcampo.
En total, la Policía incautó un kilo de cocaína y algo más de un kilo de tusi, "una cantidad considerable teniendo en cuenta que hasta ahora el mayor alijo de tusi hallado en España es de 13 kilos". También incautó otros estupefacientes sintéticos y marihuana. Principalmente distribuían la droga en España, pero también se detectó un envío a Francia, aunque la policía francesa descarta que el Tren de Aragua se haya instalado dentro de sus fronteras. De momento, España sigue siendo el único país europeo que ha detectado la presencia de esta organización.
Según ha informado la Policía, la operación, denominada Interciti, tuvo una primera fase en marzo de 2024 cuando fue arrestado en Barcelona el hermano del líder internacional de la organización, mientras que en la segunda fase arrestaron el 29 de octubre a 13 miembros del grupo: ocho en Barcelona, dos en Madrid y tres en Girona, A Coruña y Valencia. Cuatro de los 13 detenidos, nacidos en Venezuela y considerados los jefes de esta célula, ya han ingresado en prisión por orden del juez Antonio Piña de la Audiencia Nacional.