Así ha desarticulado la Policía Nacional la red del Cártel de Jalisco Nueva Generación en España
- Operaba desde barrios residenciales de Madrid
La Policía Nacional ha asestado un duro golpe al narcotráfico internacional con la desarticulación de la que está considerada como la organización criminal más peligrosa y sanguinaria de México: el Cártel de Jalisco Nueva Generación.
La operación, que ha concluido con 20 detenidos, 15 de ellos ya en prisión, ha evitado que el cártel se afianzara en España, desbaratando su centro neurálgico de operaciones en Madrid.
Según ha explicado Alberto Morales, Jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, la capital de España era el eje central de toda la estructura logística. "Los contenedores venían de distintos puertos de Europa, los traían a una nave industrial de Toledo y, una vez que extraían la droga, la traían a fincas ubicadas en Madrid. Ellos residían y mantenían las reuniones todas aquí en Madrid", detalla.
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La investigación revela el alto poderío económico y violento de la organización, que es objetivo prioritario de agencias federales de Estados Unidos. En los registros se han intervenido casi dos toneladas de cocaína y cuatrocientos kilos de metanfetamina, además de tres armas cortas.
"Como podéis ver aquí, tanto para utilizar contra policía o contra otras organizaciones que a veces lo que suelen hacer son robos entre ellos, los conocidos como ' vuelcos'", explica el Roberto González de Julián, comisario de la Policía Nacional durante la presentación de las evidencias.
La forma de blanquear los enormes beneficios del tráfico de drogas era diversa. "Hemos intervenido dinero en efectivo. Lo que resalta en este caso es el tema de la plata, que tenían bastantes kilos, y una colección de monedas", añade González de Julián.
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Los líderes de la operación en España residían discretamente en pisos de alquiler en los barrios madrileños de Sanchinarro y El Cañaveral. La estrategia consistía en que los inmuebles fueran alquilados inicialmente por ciudadanos españoles para, posteriormente, ser ocupados por los miembros mexicanos del cártel
Uno de los puntos clave de la operación fue un registro en una finca del distrito de Vicálvaro, donde fueron detenidos varios implicados. Un vecino del edificio relató a este medio: "Estaba durmiendo cuando pasó. Escuché los golpes en la puerta de la policía. Yo vivo en el sexto, eran mis vecinos. No tenía relación con ellos", relata un vecino del edificio.
El mismo vecino confirmó que se escuchaban fiestas con frecuencia. Además, los residentes habían encontrado en las escaleras del edificio bolsas con 'tusi', la conocida como cocaína rosa. Este no es el primer problema que sufre la comunidad de vecinos, que hace un año ya sufrió la okupación ilegal de doce pisos por parte de una mafia.
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Entre los detenidos se encuentran los cabecillas de la estructura en España. "Las entradas y registros se realizaron en los domicilios de los principales objetivos, tanto el padre como el hijo colombiano, así como del italiano, que es quizás otro de los más importantes", explica Alberto.
Este último, identificado como miembro del Clan Amato de la camorra napolitana, era "la mano derecha de Raffaele Imperiale", un narcotraficante de renombre internacional, lo que subraya la alianza global de esta red.
La operación no solo ha incautado una cantidad considerable de estupefacientes, sino que ha descabezado un intento sin precedentes del Cártel de Jalisco Nueva Generación de establecer su centro de operaciones europeo en España, demostrando la creciente colaboración entre los cárteles mexicanos y el crimen organizado europeo.
