La leyenda de San Isidro, el Santo que trajo el agua a Madrid y acabó con la sequía

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Comienzan las fiestas de San Isidro y la Ermita del Santo va a volver a tener limitado su acceso. Una ermita donde se encuentra la famosa y, para muchos milagrosa, fuente del Santo, donde todos los años los madrileños buscan beber un poco de su agua..

El agua que manó de la roca

Cuenta la leyenda que el patrón de Madrid en años de mucha sequía dio un fuerte golpe a una roca con una vara y comenzó a manar agua en el lugar donde ahora peregrinan muchos madrileños.

Los madrileños veneran a su santo en otro año de pandemia con devoción, pero con restricciones. Y la primera de ellas muy importante, ya que la fuente de la Ermita no funciona y muchos no podrán cumplir con la tradición.

Las historias y las fábulas

San Isidro, patrón de Madrid, fue un humilde labrador, el primer laico casado canonizado por el Papa Gregorio XV en el siglo XVI, al que la leyenda atribuye muchos milagros. El más conocido, sin duda, el ya citado del agua brotando de un manantial para regar los cultivos de su amo en época de sequía y que curaba a los enfermos.

Donde ahora está la fuente tenía sus tierras Juan de Vargas, el amo del santo. Y aquí se produjo el milagro, según cuenta a Telemadrid Fancisco Marín Perellón, director de la Imprenta municipal. Y junto a la fuente se levantó la ermita a instancias de la emperatriz Isabel.

Aún así, las malas lenguas contaron a Juan de Vargas que el labradora no trabajaba. El patrón de Madrid también salvó a su hijo tras caer a un pozo que se conserva en el Museo del Santo. Cuentan que el agua del pozo subió y el niño pudo salir por su propio pie cuando llegó al borde.

El patrón de Madrid y su mujer Santa María de la Cabeza están enterrados en la Colegiata de San Isidro. El cuerpo del santo se conserva incorrupto, aunque le falta un dedo que le arrancó de un mordisco una dama.

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