Atascos, humos, peligro de atropello. Es el panorama habitual en la puerta de los colegios con los padres que van a llevar a sus hijos en coche.
El ayuntamiento de Madrid quiere poner fin a eso y está probando un nuevo sistema.
Los padres dejan a sus hijos en puntos de entrega y van andando acompañados de los responsables de los centros.