Las mujeres víctimas de violencia machista necesitan un largo proceso de recuperación y seguimiento. El programa de atención integral a la salud mental del Hospital Gregorio Marañón se centra en ellas.
Por él pasan 170 nuevas pacientes cada año y cada vez son más jóvenes, advierten.
Llegan a este servicio, dicen, hundidas y con un trauma emocional que les impide vivir una vida con normalidad. Algunas de las participantes han expresado cómo deseaban acostarse para no despetar. Quedarse dormida "y ya está", han afirmado.
Otras refieren agresiones en la calle, denuncias, órdenes de alejamiento, cruce de acusaciones, acoso a la puerta del domicilio. Y así, día tras día.
Advierten los médicos que una de las cosas que observan en algunos comportamientos violentos tiene que ver con el consumo de contenidos pornográficos que cosifican a la mujer y las cosidera como algo que simplemente debe obedecer a sus deseos.
En 8 de cada 10 casos hay hijos de por medio.