La vicepresidenta del Gobierno María Jesús Montero fue clave en la adjudicación de la obra que ha terminado con Santos Cerdán en la cárcel, según publica El Mundo.
La duplicación de los túneles de Belate, en Navarra, no habría sido posible sin la inisitencia de Montero y la participación de los ministros Óscar Puente y Raquel Sánchez.
La UTE de la que formaba Servinabar, empresa de la que era accionista Cerdán, logró una subvencion de 40 millones de euros. En ese momento se producen dificultades presupuestarias en el proyecto.
Montero, según las informaciones publicadas, remitió de manera urgente un informe al ministro de Transportes en el que se consideraba pertinenete conceder una subvencion directa a fondo perdido a la Comunidad Foral de Navarra para que acometira la obra de los túneles.
Tiempo después, Montero habría dado otro paso para favorecer a Santos Cerdán y a su empresa. La propia Montero propuso al Consejo de Ministros autorizar un pago de la subvencion eliminado la restricción de los límites habituales para hacerlo en un solo ejercicio presupuestario.
El proyeto fue validado en dos reales decretos por los ministros de Transportes Raquel Sánchez y Óscar Puente. Puente, tras trascender el caso Koldo, ordenó una audotoria de su departamento que no detectó nada sobre los túneles navarros.