La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha reivindicado durante el fin del carnaval, un Madrid "amigable" que rechaza "enfrentamientos" y "regalos envenenados" y ha llamado a enterrar, además de la sardina, lo que no nos gusta, como que a veces se olvide "el espíritu de tolerancia". Una nueva tradición, que también incluye un tema alusivo a este año, la sardina sobre un patinete.
"Madrid es amigable, tolerante, que no nos enfrenten querellas inútiles” ha agregado la alcaldesa desde la Casa de la Villa, donde ha recibido a cofrades y viudas de la Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina de Madrid.
"Ni 10, ni 20, ni 30, 250 más 1", han coreado solemnes cofrades y viudas, que, ataviados con sus mejores galas de luto han celebrado así los 251 años de tradición del carnaval del Madrid y han honrado a Goya, al que consideran su primer cofrade.
Entre el público un cofrade le ha dicho a Carmena que "dado que hoy ha llovido de esta forma tan copiosa cuando haya sequía convoque a la cofradía para pedir lluvia". "Convocaremos", ha respondido la alcaldesa, que este año ha recibido una sardina de plata que iba en patinete. Esta tarde el entierro de la sardina dará paso a doña Cuaresma entre las 5.000 sardinas de chocolate que se repartirán entre los asistentes al desfile.