Cruz Roja ha demostrado que el voluntariado no solo transforma la vida de quienes reciben apoyo, sino también la de quienes lo ofrecen.
Según un estudio elaborado por la organización, casi la mitad de los voluntarios comenzó con la intención de ayudar a otros, pero la experiencia terminó repercutiendo de forma profunda en ellos mismos.
El informe recoge que el 30% de los participantes aprendió a valorar más lo que tiene, mientras que un 20% afirma haber fortalecido su autoestima gracias a su labor solidaria.
Para muchos, colaborar se convierte en una oportunidad de crecimiento personal y de conexión con la comunidad.
Con ese objetivo, Cruz Roja ha impulsado la iniciativa Volunbox, una propuesta dirigida a que más madrileños descubran el impacto transformador del voluntariado y se animen a vivir experiencias que, según la organización, "generan felicidad" y contribuyen a mejorar vidas en múltiples ámbitos.