El Consejo de Ministros aprobó este martes, tras más de dos años de demoras, el anteproyecto de ley del Estatuto del Becario, que recoge medidas.
Entre ellas, la limitación del número de personas en práctica que puede haber en función del tamaño de la plantilla de las empresas u organizaciones.
Impide también que los becarios sustituyan a empleados o desarrollen su labor por las noches y fija que la Inspección de Trabajo tenga acceso a la documentación de las prácticas. Los incumplimientos pueden generar sanciones de hasta 225.000 euros.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, explicó que el Estatuto de las personas en formación práctica no laboral delimita "lo que es la formación" de lo que es trabajar y sustituir empleados. De hecho, señaló que desde ahora, no se podrá "sacar valor" de las tareas de las personas en prácticas no laborales.
Las personas en prácticas suponen un colectivo de 1.655.618 personas en España, de las que el 56% son mujeres. Del total, 363.000 tienen más de 30 años (una de cada tres).
El Estatuto abarca los periodos de formación práctica vinculados a grados del sistema de formación profesional, a enseñanzas artísticas o deportivas del sistema educativo, a especialidades formativas del sistema nacional de empleo y a prácticas universitarias curriculares y extracurriculares.
Las personas en prácticas formativas tendrán derecho a la compensación de gastos, al descanso y a los servicios del centro de trabajo ofrecidos a las personas trabajadoras. También se reconoce a las personas en prácticas el derecho a la protección frente a la violencia y el acoso.