Carolina tiene 45 años, hace 20 se trasladó a Madrid, quería cumplir su sueño: ser músico profesional. Su vida cambia por completo a los doce años cuando pierde la vista, lo que no impide conseguir la meta. Hoy es autónoma y trabaja como músico profesional impartiendo clases de piano y dirigiendo coros.
Nuestro reportero, Rafa Rodrigo, se pone en la piel de Carolina. Camina por las de Madrid, encuentra inventos como el “colorino” (un detector de colores), aprende a comprar y, redescubre un mundo con los ojos tapados.