Lluís Sala llegó a odiar a su padre durante años por culpa de su madre, según él mismo cuenta, que le utilizó para ganar la demanda de divorcio. "Me decían que no me quería, que no se preocupaba por mí y que por su culpa no teníamos dinero para comer. No quería verle, ni hablar con él, le odiaba", explica Lluís.
Por esta razón, el joven sufrió alienación parental, el síndrome que refleja es el rechazo que un niño puede llegar a sentir hacia uno de sus progenitores como consecuencia de diferentes estrategias de manipulación por parte del otro.
“Yo me convertí y asumí el roll de protector en una de las partes, en este caso de mi madre”, nos cuenta.
Este joven añade que “mientras yo solo tenía la versión de mi madre y su familia, para mí era la verdad absoluta pero lo cierto es que al final tienes una charla con la otra parte porque se consigue ese acercamiento, empiezas a ver cosas con pruebas de que no es cierto todo lo que te han ido diciendo y empiezas a ver que tu padre siempre estuvo preocupado por ti, que cumplió con todo lo que dijeron las sentencias, que ha intentado ir a verte… y dices, ¡ostras, aquí está pasando algo!”.
Ana Villarubia, psicóloga de cabecera de Juntos se ha interesado mucho en este caso.
“Al final es un niño doblemente desprotegido, por un lado, al padre que aliena hay que protegerlo y al otro hay que odiarlo, por tanto, uno queda en tierra de nadie cuando se merece ser el protegido”, ha afirmado Ana a la par que pregunta a Lluís:
“¿Cómo recuerdas esto, es un sentimiento de soledad, de carga, de responsabilidad, que no procede?”
“Sentí mucha soledad y mucha duda, es decir, estaba muy inseguro; ya no era un niño, había tomado la posición de un adulto”, ha respondido el joven. “Ahora cuando con mi práctica laboral veo estos casos como abogado, pongo el freno porque sé lo que es vivir este caso y sé lo que luego cuesta recuperarse y tienes que recurrir a la ayuda de profesionales”.
