No por ser una estampa habitual de mitad de agosto deja de ser sorprendente. Las calles de Madrid se han vaciado. El tráfico y el ruido han dado paso a calles principales desérticas y con pocos coches, como en Gran Vía o Cibeles. Es sin duda un buen día para sacar la bicicleta y dar una vuelta sin agobios ni malos humos.
Muchos madrileños que se encontraban en la capital han aprovechado para escaparse este fin de semana a la playa o a los pueblos, donde en muchos de ellos se celebran estos días las fiestas patronales. Mientras que unos continúan con sus vacaciones, otros apurarán hasta el domingo para regresar de su descanso.
