Cerca de 2.500 efectivos entre policías, vigilantes de seguridad y miembros del Samur y Cruz Roja velarán por la seguridad en la final de la Copa del Rey que disputarán el próximo domingo al Barcelona y al Sevilla en el estadio Vicente Calderón.
La delegada del Gobierno, Concepción Dancausa, ha explicado que se trata de un partido de alto riesgo que cuenta con las medidas de seguridad habituales para este tipo de encuentros pero reforzadas por el nivel 4 de alerta antiterrorista vigente en España desde hace un año.
Se han vendido 49.800 entradas y se prevé que se complete el aforo de 54.000 espectadores, que tendrán que pasar por dos cinturones de seguridad, por lo que se pide a los ciudadanos que vayan al campo con suficiente antelación.