La huelga de 23 horas convocada por el sindicato CGT en los servicios de Renfe y Adif comienza con unos servicios mínimos fijados por el Ministerio de Fomento de hasta el 77%. La huelga, según CGT, se produce contra "el desmantelamiento del ferrocarril público y la destrucción de empleo en el sector ferroviario". El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, afirmó que su departamento velará para el cumplimiento de los servicios mínimos.
Para los trenes de Cercanías, los servicios mínimos se han establecido entre un 75 % en horario punta y un 50% en el servicio habitual el resto del día. En Media Distancia circularán el 65% de los trenes y en Alta Velocidad, el 77 % de los trenes.
Para los trenes de mercancías se establece un 20% del servicio habitual. Según De la Serna, al tratarse de un sindicato minoritario -CGT tiene una representación de un 12% en Renfe y un 16% en Adif-, "gran parte" de los servicios se van a poder mantener, aunque otros se tendrán que anular para evitar interrupciones en el servicio.
El ministro explicó ayer que, pese a haber intentado mantener un contacto para analizar las cuestiones que han llevado a esta situación, no ha podido observar una "verdadera voluntad" de llegar a algún tipo de acuerdo por parte de CGT. No obstante, según el sindicato, la decisión de convocar la huelga se ha tomado "una vez agotadas todas las vías de negociación". CGT exige, entre otras cuestiones, soluciones en materia de empleo y la calidad del mismo, compromisos que garanticen el servicio público del ferrocarril, frenar las externalizaciones de las cargas de trabajo o plantear "salidas" dignas de las empresas, a través de mecanismos como la jubilación parcial con contrato de relevo.