Ana tiene acondroplasia y no le quieren vender un vestido para no "desprestigiar la marca"

  • La acondroplasia es un trastorno del crecimiento óseo que ocasiona enanismo
  • ¿Encontraremos madrileños maravillosos que la defiendan de esta injusticia?
Foto: Redacción |Vídeo: Telemadrid

La acondroplasia es un trastorno del crecimiento óseo que ocasiona enanismo. En España, una de cada dos personas con acondroplasia ha sufrido algún tipo de discriminación o burla por su condición.

Ana conoce de primera mano esta situación. Ella es la única de su familia con acondroplasia y, durante toda su vida, ha tenido que soportar los comentarios de una sociedad que no la acepta.

“He tenido que aguantar comentarios muy desagradables, como un padre con un niño decir que no se acercase por si se le pega. O ir con mis sobrinos y una madre decirle a su hija que qué desgracia de madre les había tocado a esos niños”, explica Ana. “Son comentarios muy crueles y duros”.

Especialmente significativo fue un caso de discriminación que sufrió Ana y que recuerda con dolor. Fue a una tienda con su prima a probarse un vestido para un evento que tenía. En la tienda le empezaron a cuestionar que ese vestido no era para ella. “Unas pegas que lo único que consiguieron es que me desanimaran y que saliese muy mal y dolida de la tienda”.

“A mí me calificaban como un bicho”

Un dolor contra el que Ana ha tenido que luchar en todos los momentos de su vida. Como cuando iba con su pareja: los comentarios sobre por qué ella tiene acondroplasia y su novio no siempre han sido de los más crueles.

“Cuando nos veían juntos no entendían que esa persona, sin tener acondroplasia, podía estar enamorado de una persona como yo”, recuerda Ana. “A mí me calificaban como un bicho por estar con una persona alta”.

Hoy en día Ana es una persona que sigue luchando contra esa discriminación. Ha logrado su sueño de ser actriz y en esta ocasión colaborará con Gente Maravillosa para revivir su historia en nuestra cámara oculta, una cámara oculta que cuenta con el asesoramiento y la supervisión de la Fundación ALPE Acondroplasia.

La dependienta de una tienda no querrá que una persona con acondroplasia se lleve un vestido. ¿Cómo reaccionarán los madrileños ante esta situación de discriminación?

Ana llega junto a su amiga a la tienda para comprar un vestido muy especial que ha visto en la web, ya que se va a casar en una boda civil. Al no encontrar el vestido, le piden ayuda a nuestra dependienta y, mientras ella va a buscar el vestido que le han pedido, la amiga tiene que marcharse a trabajar. Cuando la dependienta vuelve con el vestido, no entiende que sea Ana la futura novia y se lo deja muy claro: “¿Cómo que tú te casas? Explícame por favor cómo lo has hecho. ¿El novio es como tú no?”.

Nuestra actriz está perpleja con la idea de que Ana vaya a casarse con un hombre que no tiene acondroplasia y no duda en interrogarla muy descaradamente. “¿Con un novio normal? ¿Y cómo lo conociste?”.

La chica del jersey blanco lo tiene claro y no duda en pararle los pies a nuestra actriz. “No sé dónde está el problema en que una persona quiera probarse un vestido”. Aun así, la falsa dependienta sigue a lo suyo, por lo que una señora se une a la defensa.

Volvemos a repetir la situación en la que la dependienta no da crédito a que Ana vaya a casarse.

La señora del abrigo morado, que es modista, está muy pendiente de la situación y llega un momento en el que no aguanta más lo que está viendo y salta. “Ella tiene derecho a probárselo como todo el mundo”.

“Pero es que a mí no me interesa que mi firma se relacione con este tipo de gente”, insiste la dependienta. A lo que la señora le responde que “eso es discriminar a la gente”. De hecho, ella misma se ha ofrecido a esperar con Ana a que se lo pruebe y toarle las medidas del vestido.

La señora del abrigo morado ha defendido a Ana desde el principio, se ha ofrecido a ayudarla con los arreglos del vestido y le ha parado los pies a nuestra actriz. Es por eso que salimos a decirle que… ¡Es una persona maravillosa!