Gente Maravillosa: Boris Izaguirre y Lara Dibildos
- Boris Izaguirre presenciará una escena de discriminación por gitanofobia que no le dejará indiferente
- Conocemos a madrileños que no dudan ni un momento en dar la cara por lo que consideran justo
Gente Maravillosa es un programa que reconoce la valentía de madrileños anónimos que luchan contra las injusticias que recreamos en cámaras ocultas de denuncia social. Cada semana, un famoso será también protagonista de las cámaras ocultas de Toñi Moreno.
Las cámaras ocultas de Gente Maravillosa viajan por la Comunidad de Madrid para encontrar a madrileños anónimos que no se callen ante las injusticias. Cualquiera puede convertirse en el protagonista de Gente Maravillosa y los madrileños pueden encontrarse nuestras cámaras en cualquier lugar.
Hasta ahora, los actos solidarios, valientes y desinteresados, pero anónimos, era raro que encontraran un hueco en la televisión. Ahora seremos nosotros quienes convertiremos en auténticos protagonistas a estos pequeños héroes madrileños.
Boris Izaguirre se enfrenta a una relaciones públicas que no quiere gitanos en su restaurante: "¿Y tampoco homosexuales venezolanos?"
Boris Izaguirre nos demostrará en Gente Maravillosa que es precisamente eso, una persona maravillosa y muy especial. Las cámaras ocultas del programa le grabaron defendiendo a Celia y Agustín, un matrimonio gitano.
La pareja había acudido a un restaurante en el que tenían reserva para celebrar un cumpleaños, pero la relaciones públicas del establecimiento no les querrá dejar pasar para que “su presencia no desprestigie el local”.
Lara Dibildos para los pies a un hombre mayor que engañaba a una joven por internet
También estaremos con Lara DIbildos, que no dudará en defender a una chica que estaba sufriendo un caso de grooming: personas adultas que se hacen pasar por jóvenes en internet gracias a perfiles falsos con los que se ganan su confianza.
Laura había quedado en el bar con José, un chico con el que llevaba un año hablando por internet. Pero cuando él se presentó, resultó no ser el de la foto, sino un hombre mucho mayor de lo que esperaba.
