Gracias a la tecnología que el Teatro Real emplea en este escenario no es necesario imaginarse ninguna escena ya que todas se pueden llevar a cabo.
Con un total de 22 plantas, ocho de estas subterráneas, todo está motorizado y es cambiado en cada producción, montando todo a medida. Una de las peculiaridades de este escenario es que todo su sistema es vertical, ya que no dispone de espacio a sus lados.
El sistema para llevar a cabo cualquier tipo de montaje de ópera es vertical. Para ello, emplean el mismo sistema que los portaviones, unas espirales que soportan el escenario.
A 17 metros bajo el escenario se llevan a cabo estos cambios. Además, el teatro está construido sobre el acuífero de los Caños del Peral, por lo que no es posible realizar más plantas hacia abajo.