Este lunes ha dejado una imagen de fuerte contraste dentro del panorama político. Mientras Santos Cerdán, hasta hace pocos días secretario de Organización del PSOE, salía de su domicilio camino del Tribunal Supremo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, posaba en Sevilla junto al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el Rey Felipe VI en la inauguración de una cumbre internacional.
Una vez más, como ha ocurrido en otras ocasiones marcadas por la presión judicial sobre su entorno, Pedro Sánchez ha optado por alejarse del foco mediático nacional justo cuando estallaba una nueva crisis: la entrada de uno de sus hombres de máxima confianza en sede judicial para declarar por presuntos delitos de corrupción.
Ahondamos en esta jornada clave y en sus implicaciones políticas en El Análisis Diario de la Noche.