La situación en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas sigue generando preocupación. AENA ha puesto en marcha nuevas medidas que, si bien no implican un desalojo inmediato, dificultan la permanencia de personas sin hogar que cada noche regresan a las terminales en busca de refugio.
Entre las acciones adoptadas figuran la restricción del acceso nocturno, la eliminación de enchufes, la retirada de asientos y la prohibición a ONG de repartir alimentos en la zona. La compañía justifica estas decisiones en la necesidad de “preservar la seguridad de viajeros y trabajadores”, aunque organizaciones sociales advierten del impacto sobre quienes no tienen otra alternativa.
Desde El Análisis Diario de la Noche, hemos vuelto al aeropuerto para conocer de primera mano cómo estas medidas están afectando a las personas que pernoctan allí.