Estas ciudades de la Comunidad de Madrid de finales de la prehistoria estaban en zonas elevadas y recibían el nombre de "Oppidum". Estas localidades eran estratégicas, para controlar el territorio. Además, los madrileños de la época se dedicaban a la ganadería y la agricultura es por ello que se asentaban en zonas cercanas al Tajo.
Las viviendas estaban adosadas y se construían con piedra o arcilla mezclada con cal. Las paredes las levantaban con barro y el techo estaba tejido con paja. La vida la hacían fuera de la vivienda porque las casas no tenían luz suficiente y aprovechaban el lugar como zona de transformación de materias primas.
Lucharon contra los romanos y perdieron, todas estas ciudades empezaron a formar parte de "Hispania".