Descubrimos todos los secretos de la capa española en la legendaria 'Capas Seseña'
- En este establecimiento madrileño se fabrican desde las capas más clásicas hasta modernos diseños para hombre y para mujer
La capa española en pleno siglo XXI sigue más viva que nunca y para demostrarlo, en 'Coser y contar' hemos visitado 'Capas Seseña', uno de los establecimientos más legendarios de Madrid ahora regentado por la cuarta generación.
Aquí nos ha recibido Marcos Seseña, el actual director de Capas Seseña que lleva 121 años en funcionamiento y que fue fundada en 1901 por don Santos Seseña, el bisabuelo de Marcos.
"Cuando yo cogí las riendas de la tienda, hace 10 años, se venía haciendo una capa muy clásica. tanto para hombre como para mujer, y es la que yo respeté porque es la que dio nombre a la casa", nos ha contado el actual director.
Este modelo es el que se sigue vendiendo hoy en día, una capa que, originalmente, se fabricaba en tres colores, azul para la mañana, marrón para la tarde y negro para la noche, aunque solo los más privilegiados podían permitirse tener los tres colores.
y Marcos conserva en muy buen estado una pieza única, una obra de arte, una capa que no está a la venta y que lleva un bonito bordado en todo su contorno y la solapa.
¿Cuáles son las características de una capa clásica?
"Tiene un vuelo entero, lo que significa que es un círculo completo de paño, con la esclavina, la sobrecapa sobre los hombros y va decorada con broches charros de Salamanca", nos ha detallado Seseña.
Un botón charro es una joya, normalmente de plata, perteneciente al folclore tradicional salmantino.
¿Cómo ha ido evolucionando esta capa tradicional?
"A partir de mi entrada en la dirección, quería que el hombre pudiese vestir también otro tipo de capas y rompimos el patrón del círculo y la esclavina e hicimos tres capas para hombre más casual inspirada en la moda británica", ha explicado Marcos.
Esta innovación en diseños también iba aparejada a un cambio en los materiales de fabricación utilizando, por ejemplo, tela de gabardina.
Las modificaciones en los estilos ha provocado también un cambio en la clientela que ha pasado de ser más clásica a atraer a todo tipo de público.
