Los vecinos del paseo de los Jesuitas, en el distrito madrileño de Latina, denuncian una situación insostenible desde que en 2019 un grupo de okupas tomó la vivienda de Dolores, una vecina fallecida en 2014 sin herederos conocidos.
Desde entonces, aseguran que han vivido un auténtico infierno: fiestas a todo volumen, peleas, consumo de drogas, ajustes de cuentas, incendios y hasta inundaciones provocadas por desperfectos en el piso ocupado.
Per Rydén, un vecino de origen sueco que vive justo debajo, relata que ha tenido que marcharse largas temporadas por miedo e imposibilidad de teletrabajar en su propia casa.
Tras años de trámites judiciales, los okupas abandonaron la vivienda misteriosamente hace unos días, devolviendo momentáneamente la calma al vecindario.
Sin embargo, se ha vuelto a verse luz en el interior del piso, lo que ha reactivado la preocupación entre los residentes, que temen que la pesadilla se repita.
La comunidad exige una solución definitiva para evitar que la vivienda vuelva a ser ocupada ilegalmente.