Florentino, otra víctima de la envenenadora de Móstoles, cuenta su caso en Telemadrid

Foto: TELEMADRID |Vídeo: Telemadrid

Seguro que recuerdas en caso de María Fernanda, que contamos hace poco en Telemadrid. Ella y su familia habían sido envenenadas por su compañera de piso, Teresa. Pues bien, no han sido sus únicas víctimas. Florentino también pudo haber muerto envenenado porque él y su familia también han sido víctimas de la envenenadora de Móstoles.

Dice Florentino que "en qué momento" se le ocurrió alquilar una habitación para ayudar en los gastos de la casa “porque ahí empezó la pesadilla”. Oyó por la televisión el caso de Teresa, la envenenadora, y se dio cuenta de que la tenía en casa.

Los médicos no dieron con la causa

Florentino y toda su familia han estado enfermos: Estuvo cuatro veces ingresado en el hospital y los médicos no conseguían averiguar lo que le ocurría “estuve ingresado más de dos o tres semanas todas las veces y nunca daban con lo que podía ser”, dice a Telemadrid.

Asegura que le han quedado secuelas, un brazo que apenas puede mover, temblores, dolores de cabeza. Sus hijos y su mujer también estuvieron enfermos, sufrían vómitos, diarrea. La niña estaba hinchada, apenas comía, estaba todo el día en la cama.

La envenenadora "me ha arruinado la vida"

Dice que la envenenadora, de 71 años, "me ha arruinado la vida". Provocó la separación matrimonial y malmetió a la familia contra Florentino. Le contó a la madre que su marido se acostaba con ella y a Florentino le decía que su mujer iba con otros hombres. Asegura que manipulaba a todo el mundo y empezaron a desaparecer cosas de casa. Intentaron echarla, pero no lo consiguieron.

Denuncias falsas que se creyó un juez

La envenenadora interpuso una denuncia contra Florentino asegurando que quería matar a su mujer. En el juicio la mujer no confirmó este extremo, sólo dijo que sentía miedo. El juez falló contra Florentino una orden de alejamiento de 1 año del domicilio y otros dos años de alejamiento de la familia.

La mujer se fue a un piso de acogida, Florentino abandonó el domicilio y la envenenadora se quedó en la casa durante todo ese año.

Vendió las llaves del piso a una 'okupa'

Pero la pesadilla no había acabado. Cuando Florentino regresó a su domicilio, tras cumplir la orden de alejamiento, descubrió que la envenenadora le ha dejado de regalo una okupa a la que vendió las llaves de la vivienda. “Cuando entramos mi hermano y yo por la puerta con mi bolsa nos encontramos con otra persona dentro que dice que la casa es suya”, dice Florentino.

Asegura que es una mujer violenta, agresiva, que le amenaza de muerte, que le insulta y destroza los muebles de la casa. No la puede echar, tiene que esperar a que lo resuelva un juez. Florentino está destrozado, dice que le han robado la vida.

La mujer no se va

Esta mujer, Sila, dice a Telemadrid, desde detrás de la puerta y sin dar la cara, que buscaba un piso en alquiler y que encontró a Teresa y que “he pagado 5 meses”.

Dice que la engañó también a ella. Asegura que Teresa se marchó pero que amenazaba con quemar la casa. Florentino quiere que se vaya porque Sila no paga por la habitación. Ella dice que no es okupa porque “sino ¿cómo he entrado aquí?”

El caso es que la convivencia se ha vuelto imposible y esta mujer ha llegado a agredir a Florentino según denuncia él. Los vecinos confirman que las broncas son continuas.

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