En Alcalá de Henares, Carlos Valverde, un joven de tan solo 29 años, se ha convertido en todo un referente del emprendimiento local. Con tres negocios de repostería a sus espaldas, este alcalaíno ha dado nueva vida a la emblemática pastelería Salinas, un establecimiento que abrió sus puertas en 1846 y que, tras 12 años cerrada, Carlos reabrió en plena pandemia con apenas 24 años.
A esta joya de la corona se suman una tienda especializada en donuts y tartas de queso, y pronto una bombonería que abrirá en unas semanas. Con sus negocios, Carlos ya da empleo a 25 personas y ha conquistado el paladar de vecinos y turistas, manteniendo la tradición con un toque moderno.
Sin embargo, no todo es dulce en el horizonte de este emprendedor. La posible aprobación de la reducción de la jornada laboral de 48 a 37,5 horas semanales le genera preocupación. “Habría que hacer encaje de bolillos”, asegura Carlos, refiriéndose a los malabares económicos que tendría que hacer para adaptarse a esta medida.
Según este joven emprendedor, la reducción podría complicar la gestión de sus negocios, ya que implicaría ajustar turnos, contratar más personal o asumir costes adicionales que, en un sector como la repostería, donde los márgenes son ajustados, podrían ser un auténtico quebradero de cabeza.
A pesar de esto, Carlos sigue adelante con su misión de 'endulzar la vida' de los alcalaínos, agradeciendo el apoyo de la ciudad que le ha visto crecer como empresario.