Hablamos con Enrique García, portavoz de la OCU, de las hipotecas en divisas, un producto financiero de alto riesgo, en el que la fluctuación de la divisa es mucho más importante que el tipo de interés.
Estos productos en realidad son un híbrido entre hipoteca y derivado financiero que ha provocado que las cuotas mensuales de sus titulares hayan subido hasta límites inasumibles y, lo que es peor, que la deuda haya aumentado, en algunos casos, hasta casi el doble de lo que el banco prestó.
Durante los años 2007 y 2008 muchas entidades empezaron a ofrecer a sus clientes hipotecas en divisas, principalmente en yenes o francos suizos, con el gancho de que pagarían un interés mucho más bajo.
El Tribunal Supremo consideró en 2015 que, en realidad, las hipotecas multidivisa son un instrumento financiero derivado, ya que las cuotas a pagar y el capital pendiente de amortizar dependen de un activo subyacente, que en este caso es una divisa extranjera. Por tanto se incluyen en el ámbito de la Ley de Mercado de Valores.