Cientos de hijras, transexuales o travestidos que forman parte de una antigua tradición en la India, se vistieron esta semana con sus mejores galas en la ciudad de Bhopal, en el centro del país, para pedir bailando la llegada de la lluvia.
Unas quinientas hijras, un término que literalmente significa eunuco, se dirigieron desde el mediodía al gran lago que domina el oeste de la capital del estado indio de Madhya Pradesh danzando, cantando y portando brotes de trigo de color verde intenso, afirmó a Efe una de las participantes, Suraiya Nayak.
Según explicó a Efe el activista local pro derechos LGTB Venu Pillai, la festividad es en la actualidad un momento de encuentro entre los miembros de la comunidad venidos de todo el estado e incluso de otras regiones de la India, que celebran con pompa el evento.
Aunque el inicio del evento no está claro, señaló Pillai, la tradición comenzó hace cientos de años durante una sequía en el distrito de Bhopal que impedía cultivar alimentos.
"El dirigente de la región llamó a la comunidad hijra y les pidió que rezasen en templos y mezquitas por la llegada de la temporada de lluvias. Las transexuales cultivaron hierbas en cestos y cuando crecieron las llevaron sobre la cabeza hasta el lago", relató Pillai.
La leyenda afirma que la lluvia llegó a Bhopal una vez cumplido el ritual, que pasó a celebrarse cada año tras el "Rakhi", un festival hindú en el que hermanas y hermanos renuevan su amor fraterno.
Las hijras se ven con frecuencia obligadas a mendigar de forma "profesional" en bodas o en la calle, sufren a diario discriminaciones por sus maneras afeminadas y son aceptadas por la sociedad con una curiosa ambivalencia al considerarse que poseen poderes tanto maléficos como benéficos.