Cuando el hobby de tu hijo se convierte en tu pasión

Una exposición de trenes construidos con piezas Lego
Para celebrar el 30 aniversario del Museo del Ferrocarril de Madrid |Archivo

Sus creaciones impresionan por su realismo, también por su tamaño y principalmente porque están elaboradas a partir de bloques de Lego, ese juego de niños que en manos de mayores con imaginación de sobra se convierte en la materia prima perfecta para construir prácticamente cualquier cosa.

"Para nosotros es, sobre todo, una afición con la que puedes construir y volcar en piezas de plástico tus inquietudes", describe Miguel Pulido, miembro de la junta directiva de la Asociación Cultural de Aficionados a las Construcciones Lego en España, Ale!.

Su última idea es una exposición que ha colonizado algunos expositores de las calles Preciados y Del Carmen, dos de las calles madrileñas más famosas por su cercanía a la Puerta del Sol, en las que ahora lucen naves espaciales y diferentes escenas de las películas de Star Wars con motivo del inminente estreno de una nueva entrega de la saga.

"Este año llevamos ya doce acciones", explica Pulido, quien, pese a ser ya un padre de familia, se sigue emocionado al hablar de su afición, que curiosamente comenzó -como les ocurre a otros tantos miembros de la asociación- de la mano de sus hijos.

Pulido admite que todo empezó cuando su mujer "desempolvó una cajita de construcción del desván" que en principio era para entretener a sus hijos pero que terminó por absorber al padre, que junto a otros compañeros formó en el año 2010 la asociación, de la que hoy forman parte alrededor de 70 aficionados a este tipo de construcciones procedentes de toda España y de todas las edades y condiciones.

"Somos la mayoría de Madrid, sin embargo también hay miembros de León, Navarra, Ciudad Real o Valencia", aclara Pulido, quien no deja indiferente a nadie al relatar cuáles son los proyectos estrella que, con mucho trabajo y horas de esfuerzo detrás, han conseguido construir.

"Hemos llegado a hacer exposiciones con más de un millón de piezas", confirma Pulido, quien sin embargo se queda, por su valor emocional -allí era donde se reunían los miembros fundadores de la asociación antes de constituirla oficialmente-, con la réplica que elaboraron de la antigua estación madrileña de Príncipe Pío, que cuenta con 18.000 piezas, frente a las 2.000 de las que constan los kits que Lego comercializa en tiendas.

Por si esto no fuera suficiente, es necesario apuntar que las construcciones elaboradas por estos niños "con barba y canas" -como le gusta decir a Pulido- se consiguen a partir de la combinación de piezas de numerosos kits, es decir, ellos las diseñan totalmente y se buscan la vida para encontrar las piezas que necesitan.

Y precisamente esto es lo que van a proponer en dos talleres que van a realizar hoy y dos el próximo día 25, cuando propondrán a dos grupos de 40 personas -la mayoría niños aunque también algunos irán acompañados de sus padres- construir naves espaciales -con Lego, claro- en el espacio Forum de Fnac Callao, en Madrid.

"Esperamos ver 40 construcciones distintas y de gran nivel, que es lo que suelen hacer", advierte Pulido, quien también señala que a veces se queda impresionado con lo que los más jóvenes -"que aportan mucha fuerza", confiesa- son capaces de hacer.

De los 70 miembros que componen la asociación, el experto en Lego señala que "hay, por lo menos, 70 artistas", aunque es consciente de que eventos como estos les ayudan a conocer a otros amantes de la construcción con bloques, que incluso son mejores que ellos en esto.

"Tenemos muchos y muy buenos constructores, pero ahí fuera los hay mejores", comenta este miembro de una asociación que puede parecer dedicada a jugar como los niños, pero que es capaz de construir mundos en miniatura con poco más que unas pequeñas piezas de plástico de colores, que si no es arte, se le parece.