Los adolescentes actuales tienden a desarrollarse antes fisiológicamente pero a retrasar su integración social, entre otros rasgos de una generación de "nativos digitales" que los científicos llaman a estudiar con mayor profundidad en una serie de artículos que publica la revista Nature.
Diversos expertos subrayan en la revista científica la importancia de comprender mejor esa etapa crítica de la vida, que condiciona el desarrollo social y la salud fisiológica a largo plazo, pero que a menudo queda excluida de los estudios científicos, más centrados en la infancia y la edad adulta.
Un trabajo de la universidad estadounidense de Atlanta divulgado en Nature resalta el desajuste cada vez más pronunciado entre la pubertad, entendida como la transición hacia la madurez física, y la adolescencia, y definida como la construcción de una identidad sociocultural.
La mejora de la alimentación y las condiciones de vida han adelantado el desarrollo corporal, mientras que las transformaciones en el sistema educativo, el mercado laboral y los patrones sociales retrasan la adopción de roles adultos, entre ellos la paternidad.
Ante esos cambios, un trabajo liderado por investigadores de la Universidad de Melbourne (Australia) recoge la propuesta de considerar la adolescencia como un amplio periodo que abarca desde los 10 hasta los 24 años.
La exposición a los medios de comunicación y el uso de internet y las redes sociales entre los adolescentes contemporáneos es otro de los aspectos diferenciadores respecto a generaciones anteriores que subrayan los estudios y artículos publicados en Nature.
Candice Odgers, especialista en Psicología y Comportamiento Social en la Universidad de California (EE.UU.), sostiene en un texto de opinión que el temor a que el uso excesivo de los teléfonos móviles "destruya" a una generación de jóvenes es equivocado, a la luz de más de diez años de investigaciones al respecto.
Odgers destaca que a pesar del uso generalizado de los dispositivos móviles, un porcentaje récord del 84 % de los alumnos del último curso de institutos estadounidenses lograron graduarse en 2016.
Los embarazos en adolescentes, la violencia, el abuso del alcohol y el consumo de cigarrillos han declinado en los últimos veinte años en Estados Unidos, una tendencia que también se observa en otros países, según la psicóloga, para quien "a la mayoría de los jóvenes de entre 11 y 19 años -las edades cambian según los estudios- les va bien en la era digital".
Con todo, Odgers alerta de que los adolescentes con problemas familiares y en el colegio pueden experimentar aún mayores turbulencias en su vida "en línea".
"Estamos viendo lo que puede ser la emergencia de una nueva clase de división digital, en la cual las diferencias 'online' amplifican los riesgos para los adolescentes que ya eran vulnerables", afirmó la experta en un comunicado de Nature.
En la misma línea, un estudio de la universidad holandesa de Leiden resalta que la exposición a los medios de comunicación y las redes sociales juega un papel esencial en el desarrollo de las nuevas generaciones de adolescentes, que "no recuerdan lo que había de internet" y son, por lo tanto, "nativos digitales".
Los adolescentes no solo escuchan música y ven películas a través de internet, también utilizan los móviles para comunicarse, a través de aplicaciones como WhatsApp, Instagram, SnapChat, Facebook y otras.
En conjunto, las actividades "en línea" de los jóvenes de entre 10 y 22 años en Estados Unidos ocupan entre seis y nueve horas de su jornada, según ese trabajo.
Los científicos sugieren que la experiencia de ser aceptados o rechazados en las redes sociales y el mundo digital es un componente clave de la evolución personal entre los adolescentes, que atraviesan un periodo de especial sensibilidad emocional.
También desde la Universidad de California, Ronald Dahl desarrolla la importancia de invertir recursos en la investigación del desarrollo de la adolescencia, un periodo de "rápido crecimiento, aprendizaje, adaptación y desarrollo neurobiológico".