La mitad oeste peninsular, en concreto Galicia, Asturias, Extremadura, el oeste y sur de Castilla y León y el oeste de la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha y Andalucía son las zonas de España con mayor exposición al gas radioactivo radón, actualmente, considerado como la principal fuente de exposición a la radiación natural para los humanos.
Así se puede apreciar en el mapa de áreas de riesgo alto de exposición elaborado por la Fundación Vivo Sano dentro de su programa "Vive sin radón", ya que en todas ellas se superan los 300 bequerelios -unidad de medición de la actividad radioactiva- por metro cúbico cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar el umbral de los 100.
Peligroso para la salud
Entre los perjuicios que origina a la salud, el radón está considerado como la segunda causa del cáncer de pulmón -entre un 3 y un 14 % de los casos, según datos de la OMS-, solo por detrás del tabaco.
Un informe de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) precisa que el 4 % de las muertes por cáncer de pulmón son debidas a este elemento, una cifra que se eleva al 7 % en Galicia y al 6,9 % en Extremadura, que figuran entre las regiones más afectadas.
El radón, que es un gas inodoro, incoloro e insípido, se produce de forma natural por la desintegración del radio contenido en las rocas, por lo que su presencia en el aire libre es algo común y no supone riesgos por su dispersión en la atmósfera.
El radón se concentra en más en interiores
La mayor parte de los casos tiene su origen en bajas o moderadas concentraciones del gas en lugares cerrados como las viviendas o los puestos de trabajo, espacios en los que no se puede diluir en el ambiente y se convierte en un gran riesgo.
Los pisos bajos y los sótanos son las áreas con mayores concentraciones de este elemento químico en interior, ya que pesa nueve veces más que el aire, aunque esto no descarta su presencia en plantas más elevadas pues, por su alta movilidad, puede alcanzar todas las zonas de un edificio.
Asimismo, en otoño y en invierno se producen una mayor cantidad de manera natural que en primavera y verano.